El Clorprofarm, según Wikipedia, es una sustancia química que se usa en la actualidad como regulador del crecimiento de las plantas o también como herbicida para evitar el crecimiento de malas hierbas, así como inhibidor de la germinación de patatas, boniatos, cebollas, tomates, espinacas, zanahorias, arándanos, soja, alfalfa, habas, ajo, remolacha, entre otras plantas.
Está permitido su uso en Alemania, Austria y Suiza como inhibidor de la germinación de patatas.
En la base de datos de sustancias peligrosas de la biblioteca nacional de medicina de USA publican algunos de los posibles efectos derivados de su exposición. Como usual, las empresas y administración no consideran el principio de precaución y publican que los datos no son adecuados para valorar evidencias de su posible carcinogenicidad; aunque se sepa que la mayoría de efectos carcinogénicos de los productos químicos
tienen un período de latencia prolongado.
En todo caso y visto que las autoridades competentes no aplican el principio de precaución; sí podemos quienes consumimos exigir en nuestras tiendas que los productos que comemos germinen y estén exentos de esos productos químicos.
Según la base de datos citada, tampoco existen evidencias válidas de una irritación moderada de la piel, ojos o de las vías respitarias. Nótese mi tono sarcástico para referirme a la falta de evidencias de irritación moderada. Si no hay evidencias, no las hay o ¿esta base de datos sólo tiene en cuenta las irritaciones graves, mortales o suaves?
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